lunes, septiembre 23, 2013

Opinión: “Yazmín, una niña ha muerto. La Niña ha muerto”

Por Cátedra Libre de Derechos Humanos

Desde el Equipo de la Cátedra Libre de Derechos Humanos repudiamos enérgicamente los últimos hechos de violencia perpetrados hacia la Niña Yazmín Chacoma y que terminaron trágicamente con su vida.
Asimismo exhortamos a las autoridades a una investigación profunda, y que se sancione con severidad respetando el Estado de Derecho vigente al o a los responsables del hecho.

Consideramos que la muerte de Yazmín se ha producido dentro de un marco mayor de violencia de tipo social, y a cuyo efecto hacia la misma ha generado un esquema de Cosificación  hacia su persona como Sujeto Pleno de Derechos. Decimos por lo tanto, que esta situación descripta la ha colocado,  como a muchas niñas y a adolescentes de nuestra ciudad y país, en un estado de real vulnerabilidad psicosocial.
Tanto su edad, como así también el ser Niña como categoría de género en este Sistema Patriarcal, Sexista y Machista, como el entorno social en donde se ha desarrollado su vida, han generado las condiciones para este desenlace fatal y que acabó con su temprana vida.

Vemos con alta preocupación como a través de todos estos años, tanto en el país como en nuestra provincia, estos hechos se va sucediendo con mayor violencia y asiduad.

Así Candela y Ángeles en Buenos Aires, y Leonela y Yazmín en nuestra provincia, forman parte de nombres emblemáticos, cuyo marco de estos hechos, se han vinculado con el Abuso Sexual hacia estos grupos, en donde la categoría de Género, Entorno Social y Edad son la constantes en estos casos.

Entendemos que estos casos descriptos en los cuales algunos hemos tomado postura de opinión desde el marco de los Derechos de los niños, debieran servir para alterar la realidad de los niños y en especial de las niñas y de los y las adolescentes de nuestra ciudad y provincia.

Muy por el contrario la realidad nos informa, que los mismos, se van  acentuando y profundizando en su magnitud violenta.

También observamos que algunos políticos en campaña, desnudan a través de sus discursos, elementos que nos anotician de sus claras posturas, de ver a la mujer como categoría general, pero que también atraviesan a las niñas, como meros elementos de “Objetos de Deseos”, lo cual fuera descripto previamente.

Nos preguntamos como Cátedra, luego de esta descripción: ¿en qué lugar está la niña y qué lugar se le da a la misma? Si la realidad no indica que los Derechos consagrados en nuestra Constitución Nacional y Leyes Nacionales, destinadas a la Niñez, se ha dado de verdaderos procesos de luchas…

 Y decimos ante este interrogante que la Niña pese a sus conquistas jurídicas, no alcanza a ser visibilizada como Persona, como Ser Humano, como Sujeto de Derechos.

Por otro lado, en relación a este último hecho ocurrido en la ciudad, cabe mencionar que logrando salir de este esquema de derechos humanos, toda vez que alguna situación social conmociona, la opinión pública local pone en el eje de la cuestión aspectos discriminatorios, racistas, xenófobos dirigidos hacia ciertos grupos migratorios que parecieran operar como “chivos expiatorios” de una sociedad intolerante ante la diferencia.

Aspectos que en nuestra ciudad parecieran estar latentes, solapados, resurgen ante cualquier hecho violento que ocurre en ella. Véase como ejemplo de ello, las actitudes discriminatorias y violentas de las cuales en el transcurso de esta última semana fueron objeto especialmente las comunidades bolivianas y paraguayas.

Tal vez sucede que a veces no queremos ver, a veces no lo vemos, otras preferimos, negarlo. En Comodoro, reconocer que desde el descubrimiento del petróleo viven personas de distinto origen, que esas personas han sido y son tratadas de forma desigual, provoca cierta incomodidad.

Para esas personas, convivir  no fue sencillo, pero tampoco es hoy un asunto resuelto.

Los “asentamientos ilegales”, la instalación de un mercado al aire libre (la llamada Saladita), los momentos de mayor crisis que provocaron alta desocupación, incluso la discusión en torno a la baja de imputabilidad de edad de los menores, y ahora el homicidio de Yazmín Chacoma, generan enfrentamientos que dan cuenta de las dificultades de convivir con la Diferencia: la diferencia de generaciones, la diferencia de sector social, de género, de nacionalidad, de etnia… la acciones discriminatorias, la xenofobia han ganado nuestras relaciones, y vuelven a aflorar porque aún no fueron resueltas.

¿Por qué permitir que sólo la angustia  o la pena  frente a un hecho grave que desata otros odios, nos unan? Cuando ocuparnos por exigir información, educación preventiva, contención o mejores políticas públicas y su efectividad, puede evitar males mayores.

¿Acaso no nos merecemos una sociedad más justa en la que todos los ciudadanos y todas las ciudadanas, sin importar la etnia, las costumbres, la cultura, la nacionalidad, el sexo, las edades, estén incluidos e incluidas?

No hay que olvidar que en nuestra Constitución Provincial, vinculada con la Nacional, ello es un principio, al cual el Estado en sus diferentes niveles (nacional, provincial y municipal) adhiere plenamente y se compromete que para ello se harán los esfuerzos necesarios y se articularán los mecanismos pertinentes.

Concluimos finalmente con que la Justicia Penal puede llegar a la vida de la Ciudadana Yazmín Chacoma, pero entendemos que la Justicia Penal no devuelve la vida de la niña. Cuando entra en acción este tipo de justicia, el hecho ya ha fenecido, la cadena de Derechos empezando por la vida se ha roto, y la continuidad del Proyecto de Vida también.

Nos preguntamos si estas situaciones, servirán algún día, para que se activen los mecanismos de la Justicia Social, y las autoridades y comunidades, como Co-Responsables.

Esto es Política Pública en serio en donde estas variables descriptas, tengan prioridad, a la hora de organizar el cuadro de tarea, de cualquier gestión política.

Si entendemos que hemos fallado y somos capaces de reflexionar y direccionar toda nuestra energía hacia la “NO repetición de estos Hechos”.

Podremos decirnos que la Niña Yazmín Chacoma Ha muerto, pero que LA NIÑA JAZMIN CHACOMA SUMADA A TANTAS NIÑAS, todavía no ha muerto, dado que su vida servirá, como camino, como Nunca Más, y lo más relevante es la Sociedad con toda la tarea de revisión y reflexión, NO permitirá que la Categoría Social Niña muera…

Nota relacionada: Yasmín, la niña del sur sin paraísos

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