“En la primera presentación, ante la comunidad Cayun, que
habita ancestralmente la región de Segundo Corral, Chile, los “profesionales” de Mediterráneo S.A
que buscaban el aval, o la “complicidad”
de la comunidad para cumplir con los requisitos previstos en el Estudio de
Impacto Ambiental, regresaron con las
manos vacías”. Así comenzó su relato
Camila Argel, en el cierre de las actividades de la Semana del Ambiente en El Bolsón.
El grupo empresarial chileno Mediterráneo S.A., que pretende
llevar a cabo la Central
de Pasada sobre el Río Manso, a pocos kilómetros de la frontera argentina,
necesita la conformidad de la comunidad mapuche dado que, de acuerdo con el
Convenio nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los
pueblos originarios deben ser consultados y la respuesta a esta consulta es
clave para la aprobación de los emprendimientos a realizarse.
Camila continúa relatando: “Las exposiciones brindadas por
la empresa abundaron en detalles técnicos, en su mayoría incomprensibles, con
un lenguaje inaccesible, y de contenido
dudoso, pretendiendo explicar las supuestas “ventajas” que conlleva el
emprendimiento y no pudiendo dar respuesta a las legitimas inquietudes de la
comunidad. La mayor parte de la misma pareció dirigida a sus integrantes mas
jóvenes, buscando captar su interés en supuestos modelos de progreso y
bienestar, desviando en pocas ocasiones sus miradas y su discurso a los
miembros mayores del grupo. Nos sentimos subestimados, nos provoco indignación
y rechazo. Describieron los mecanismos
que implementaran para salvarguardar el medio ambiente, y a modo de ejemplo
mencionaron la colocación de un chip a las ranitas, lo que les permitirá un
monitoreo periódico de las mismas, y otras explicaciones que fueron percibidas
como tonteras por los pobladores, seguramente expuestas con el propósito de
causarnos una buena impresión y deslumbrarnos con el despliegue de tanta
tecnología.”
Y añade, con sorpresa y enojo: “no nos aceptaron ni un mate,
ni las torta fritas que habíamos preparado para la ocasión… llegaron con sus
propias botellitas de gaseosa, lo que nos dejo un mal sabor en la boca…”
“Le manifestamos nuestro desacuerdo, pero insisten. Se han
acercado nuevamente, en distintas ocasiones, sin previo aviso, interfiriendo
así con las labores del campo y reafirmando que es” conveniente “que la
comunidad este de acuerdo con este proyecto, dando por entendido que
continuaran obstruyendo en la vida laboral del campo, atentando así con la
tranquilidad de la comunidad.
Hoy día hay varios tratados internacionales, convenios y
leyes que nos respaldan y así las haremos cumplir. Además que hay un gran apoyo
de la gente tanto de un lado como al otro de la cordillera, ya que al ser una
cuenca binacional y al existir el protocolo de recursos hídricos compartidos,
los vecinos de la comarca andina y comunidades Mapuche también son parte y apoyan en la causa de
decirle no a Endesa y a Mediterráneo.
No aprobamos este proyecto ni ningún otro que amenace la
integridad de la comunidad o del medioambiente, ahora que quede claro que pasa
a ser un problema de ellos y que las leyes y los convenios están para hacerse
cumplir”.
* Comarca Andina del Paralelo 42º
Nota relacionada: Declaración del Encuentro argentino-chileno en defensa de la cuenca de los ríos Puelo y Manso
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