Por Padre Luis Bicego *
Enviado por Liliana Murgas
Hacía tiempo que quería manifestarles mi pensamiento y mi
pesar. La venida de la
Presidente a la
Mina “Cerro Vanguardia” me brinda, sin querer, el marco
ideal.
Estamos en la semana de la “Memoria, de la Verdad y la Justicia”. Estamos
recordando a tantos ciudadanos, en su mayoría de mi generación, que han
ofrecido sus vidas porque anhelaban y soñaban un país distinto.
Hacer memoria no es solamente un gesto de piedad, sino en
primer lugar un compromiso: me animo a tomar la posta y a discernir la realidad
que estamos viviendo con la mirada de esos argentinos que soñaban un país más
justo y para todos.
LEÓN GIECO en su canción dice que la memoria es “libre como
el viento”, y Yo agrego que la memoria nos ayuda ser más libres, a vivir en la
verdad y en la justicia.
En este contexto, me pregunto, y quisiera que nos
preguntáramos: ¿Qué País estamos construyendo? ¿Qué Provincia estamos
construyendo? ¿Qué futuro les estamos
dejando a las nuevas generaciones?
En nuestro País hay cada día más inflación, más inseguridad,
más droga y tanta impunidad. La tragedia de la Estación “Once” es un
ejemplo elocuente que no estamos construyendo un país con un modelo popular:
nuestros trabajadores no merecen viajar de esta manera!
Pero yo quisiera que concentremos nuestra mirada en esta
querida Provincia de Santa Cruz.
En este momento, a más de veinte años de la privatización
del petróleo y a pesar de la explotación minera, estamos en bancarrota: no hay
plata para pagar a tiempo a los empleados públicos, la obra social en quiebra,
en los hospitales no hay insumos, la Provincia adeuda millones de pesos a los
proveedores, todos los meses nos descuentan para la Obra Social, pero
nadie nos asegura la atención médica ni los descuentos en la farmacia, etc.
Pero lo más alarmante es la situación de la explotación
petrolera y minera. ¿Recién ahora, después de tantos años (porque la producción
petrolera no alcanza para cubrir el consumo interno) nos damos cuenta que la
compañías no invirtieron y no cumplieron con sus contratos? Seguramente el
estado fue cómplice e inoperante.
Además, nos ilusionaron que la explotación minera nos iba a
dar trabajo, mejoraba el bienestar de la población, no contaminaba, etc. Nos
quisieron vender espejitos de color…
Lamentablemente, la minería como es explotada en este
momento (gracias al código minero que nos dejó en herencia el ex-presidente
MENEN y convalidado por este gobierno), no nos deja ninguna ganancia: las
regalías son irrisorias, no hay controles y el mismo estado es socio a través
de FOMICRUZ: Es como poner al zorro a cuidar el gallinero.
Las empresas se adueñan de los recursos no renovables de
nuestra tierra y además contaminan. Hacen uso indiscriminado de nuestra agua,
cuando muchas poblaciones de nuestra Provincia no tienen agua potable
suficiente y de buena calidad.
En el marco de un nuevo aniversario de la Memoria, de la Verdad y la Justicia, es urgente que
gobernantes y pueblo nos sinceremos: La minería contamina. El Cianuro mata. La
explotación minera como se está realizando en este momento hipoteca el futuro
de las nuevas generaciones porque nos están desplumando de los recursos
no-renovables y además no se hacen cargo del pasivo ambiental. Al mismo tiempo,
es un negocio no equitativo, porque las compañías mineras están exentas de todos los impuestos y gozan de un montón
de privilegios, mientras el ciudadano común tiene que pagar el IVA, el impuesto
a las ganancias en su país.
Es urgente realizar una consulta popular (el Pueblo es
soberano) y cambiar el código minero para respetar los derechos del pueblos que
son inalienables.
Pienso que la Sra. Presidente tiene la oportunidad histórica y
la autoridad suficiente que le confiere el mandato popular para dar respuesta a
esta situación nefasta.
Ruego a Dios para que le de valentía y sabiduría suficiente
para tal tarea. Si no, Dios, la Patria y la historia se la
demande.
* Cura Párroco de Las Heras – Santa Cruz)
Nota relacionada: Las Heras: carta de un sacerdote indignado
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